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¿ sabéis  que...?

 

                 Mal haya quien mal piense…

 

 

La Masonería americana sufre del desinterés de los ciudadanos, olvidadizos de todo lo que debe la Nación a esa Institución.

 

Algunos consideran que, entre las numerosas razones de carácter político y forzosamente sociológico que se pueden invocar, caben también la falta de formación, el reclutamiento a ciegas, y la conversión en club social como elementos que habrían contribuido a esta grave situación.

 

Altos cargos de la Masonería norteamericana han comentado ya, objetivamente, las consecuencias de la crisis que les afecta, y admiten que se deben interesar sobre la manera de proceder en Europa (Henry PAUL, SGC del SC del R.E.A.A de la Jurisdicción Norte de los EE.UU. dixit)

 

La fluctuación del número de Masones a lo largo de los años sería la siguiente:

 

en 1925= 3 000 000

en 1931= 3 300 000

en 1934= 3 200 000

en 1942= 2 400 000

en 1959= 4 103 161

en 1964= 4 200 000

en 2006= 1 400 000

en 2012= 1 306 529

 

 Todo esto debe ser relativizado y relacionado con el incremento de la población del país:

 

en 1914 había  92.000.000 habitantes

en 1950 eran  151.000.000 habitantes

en 2014  son  319.000.000 habitantes

 

Es un hecho estadístico que el porcentaje anual del declive de la membresía de la Masonería en la sociedad americana corresponde, desde muchos años ya, al porcentaje de mortalidad aplicable a los masones americanos. Es decir, que la membresía disminuye con el número de Masones que pasan al Oriente Eterno. 

 

Había 3.000.000 de masones en 1925, o sea, casi el 3,09% de una población de unos 97.000.000 de habitantes; en 2014 son 1.260.000 masones en una población de 319.000.000  de habitantes. El porcentaje cae, pues, al 0,394 %. 

 

                      ¿Estará muriéndose de vejez la Masonería norteamericana? 

 

Hay razones conocidas, pero no reconocidas, para explicar esta inquietante situación.

 

Sólo podemos observarlo, pensar y aprender...Entretanto, daos un paseo por:   http://www.msana.com/msastats.asp  

 

Ofreceremos próximamente un análisis sobre el tema para intentar comprender y, a ser posible, ayudar a evitar una crisis parecida, que ya se empieza a observar en ciertos lugares cercanos...

 

En ese sentido debemos, cifras por cifras, considerar la viga que tenemos  en el ojo... 

 

Según documentación editada en 1894, parece que a finales del siglo XIX habría habido en España más de 60.000 masones. Si tenemos en cuenta el nivel social de la membresía de la época, podemos suponer el grado de exigencia en cuanto a la hora de aplicar nuestras reglas de reclutamiento.

 

Numerosos historiadores nos han recordado la potencia que supone una Institución que aboga por un "proceso evolutivo" en la historia y promueve el «Humanismo universal” como algunas de sus enseñanzas fundamentales. Nadie ignora los avances alcanzados en los países donde se tomaron en consideración las ideas de nuestros predecesores. 

 

En 1932, en España, había más de 8.000 masones españoles para una población de menos de 20.000.000 de habitantes, o sea un porcentaje del 0.04 %.

En 2014 somos aproximadamente unos 3.000 masones de diferentes Instituciones, entre ellos más de 1.000 extranjeros, en una población de unos 46.000.000 de habitantes, lo que representa un porcentaje del 0.00652 %. 

 

Para llegar al 0.04% de la población española, deberíamos ser 18.400 por lo menos, cifra perfectamente alcanzable por las características de nuestra membresía. Claro que el sueño sería llegar al porcentaje del siglo XIX, es decir al 0.4%. Asumiendo en la época una población de 15.000.000 de habitantes, esa cifra de 60.000 Masones nos acercaría a lo que representa, en porcentajes, la Masonería en los países vecinos.  

 

Los que creen que esto es una utopía, que sepan que una utopía es sólo un proyecto en curso de realización, y en eso estamos.

 

La Masonería de tradición no es un concepto que se mantiene en el pasado, se trasmite al futuro.

Los Masones de tradición  son hombres libres que, viviendo en su tiempo, transmiten unas ideas, unas maneras de ser, en adecuación con una ética clarísima que se fundamenta en el deseo de convivencia pacífica y evolutiva que induce a una auténtica fraternidad.

 

Nadie ignora, hoy, que en un mundo en el cual diferentes formas de civilizaciones chocan entre ellas, los valores morales pierden vigencia, para dar paso a otros que producen otras formas de riqueza pero, sobre todo, más pobreza tanto espiritual como, incluso, económica.

 

Sabemos también que no hay medios para escapar de este planeta que llamamos Tierra y que debemos admitir que estamos obligados a vivir juntos y a pensar en proteger y compartir el bien común, en el cual estamos integrados, bien sea el animal, el vegetal, el mineral o el ambiental en el sentido más amplio de las palabras.

 

Y este "vivir juntos" es sencillamente el mensaje de los Masones, es nuestra religión, comprendiendo esta palabra en su sentido etimológico de "religare" es decir reunir. Nosotros queremos, idealmente, reunir al género humano y para eso usamos una metodología que permite, pacíficamente, pacientemente, conseguir nuestro reto.

 

Como los Masones operativos que construían las catedrales sin esperar a verlas acabadas, seguimos trabajando seguros de que la Humanidad entera no tiene más remedio que tomar en consideración nuestra manera de proceder. Es la única que ha probado su eficacia. Muchos la viven ya sin darse cuenta de a quienes la deben... 

 

                                                                                                                                                                       DdL              

 

 

 

  

 

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